Al señor cuadrado se le afilo los cuernos.
El no esperaba encontrarse así.
Adoquines arriba, adoquines abajo,
buscaba el no sabía bien qué.
De las hostias que se dio,
adopto un paso propio.
Baile y contorsionismo.
Deslizandose a porrazos y trompicones.
Boxeando a caricias.
Al señor cuadrado se le planto la vida, se le rebelo el amor
y al descubierto se lanzo sin miedo y sin temor.
Que gracioso el señor cuadrado jeje!!!
ResponderEliminaracabo de ver tu comentario jejejejejeje te quiero mami
ResponderEliminar