Tendencias y fuentes de insipiración

sábado, 10 de julio de 2010

Los Erizos

Como los erizos, ya sabeis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
(Luis Cernuda - Donde habite el olvido)

¿Cuál es la relación entre erizos y humanos?

Cuando tenemos frío pasa algo a lo que normalmente llamamos "se nos eriza la piel", viene del hecho de que estos animales, al sentir frío sacan sus espinas, y, como todo animal, siente la necesitad de acurrucarse con otro de su especie para calentarse o sentir menos frío. Causa y efecto al unirse al otro lo hiere con sus espinas.

¿No es esto lo más parecido al amor?

Uno se siente solo, y la soledad es fría. Cuando tenemos frío, lo que más queremos es estar con otra persona, y al mismo tiempo sacamos todas aquellas armas que nos ayuden a preservarnos en esta etapa fria y solitaria, algunas tácticas son buenas y nos ayudan a ser mejores personas, otras armas son negativas, como el orgullo y el egoísmo; y después, al encontrar una persona que se acerque a nosotros para contrarrestar con nuestro cuerpo el mismo frío que a todos nos hace sentir la falta de amor, aparecen las mismas armas que alguna vez nos ayudaron a sopesar esa etapa, y así definitiva e inconscientemente dañamos al otro, como los erizos...

Todos hemos sentido, ese dolor por alguien que ya no está, o quizá simplemente el recuerdo de algún mal momento amoroso, son cicatrices que nos causaron las espinas de alguien que alguna vez sintió frío y quiso compartirlo con nosotros, y al acercarse nos lastimó.

Como los erizos todos los humanos tenemos espinas, que no son mas que mecanismos de defensa, porque todos somos seres vulnerables, y, así como la naturaleza le dio alas a las aves, garras al león o camuflaje a las cebras, al ser humano, para sobrevivir, le dio sus espinas, como a los erizos... Lastimamos si no dejamos de portarnos a la defensiva con este ser que sólo busca la protección, el calor y el cariño del otro.

Entonces, ¿Como paliar este dilema sadomasoquista?

Al abrirnos a alguien nos exponemos a más y más heridas. Pero es cuando tenemos que formularnos la buena pregunta: ¿Y qué más da?, cuando la satisfacción de escoger al otro para compartir su frío es mucho más importante que las heridas que este nos produzca. Lo importante dejan de ser las espinas, las heridas, las cicatrices y hasta el mismo frío; y cobra el protagonismo la causa por la cual uno escogió precisamente al otro para protegerse de esa soledad. La razón por la cual ese frío dejo de existir por unos instantes gracias a esta magia a esta simbiosis de dos cuerpos , de dos almas.

Los humanos somos como los erizos, y por eso muy pocas personas saben (sabemos ) lo que es amar, porque muchas veces le damos más importancia a eso: a las espinas y a las heridas, que a la misma peculiaridad de la persona única que logra hacer que la soledad desaparezca, ese algo que en nadie más se encuentra y que nos aleja del frío... como los erizos...

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